SAN ISIDRO EN LA VEGA. VALDÁLIGA

 

El día 15 de mayo se celebra San Isidro en la Vega, y como ya sabéis que nos gusta más un sarao que comer con las manos, preparamos los bártulos y para La Vega que nos fuimos caminito de San Fernando (algunos un rato en silla y otros caminando).

 

            Las previsiones meteorológicas no eran buenas, pero nuestras plegarias dieron sus frutos, después de plantar una escoba, llevarle huevos a las clarisas, dibujar soles con tizas, pedírselo a Santa Clara y repetir muchas veces “San Isidro Labrador, quita el agua y pon el sol” ¡¡No llovió!!

 

            A las 11.30 de la mañana salimos hacia La Vega, con alegría, con sol, y con muchas ganas de pasarlo bien, cuando llegamos nos fuimos directos a la carpa y las mesas que teníamos preparadas (muchas gracias al Ayuntamiento de Valdaliga por facilitarnos la salida, nos hemos sentido muy a gusto).

 

            Sin que pasara mucho tiempo la Plaza del Carmen empezó a llenarse de gente que quería comprar papeletas para la rifa, por un momento pensábamos que no nos iban a alcanzar, pero si, entre los 13.000 números que se vendieron para la rifa los nuestros estaban incluidos.

 

            Aquella plaza estaba llena de amigos, de familiares y de vecinos, y eso se tradujo en saludos en besos y en abrazos. La verdad es que estábamos deseando ver a todas las personas que vimos.

 

            Mientras preparaban todos los regalos (que, por cierto, menudo despliegue de medios con los regalos de la rifa) a nuestra mesa empezaron a llegar bandejas de carne cortesía de la organización. ¡Ay que ver que bien se lo montan en La Vega!

 

            Después del sorteo comimos (lo de la carne solo era el aperitivo, nos decían) y podíamos haber vuelto a la residencia rodando de cómo nos pusimos, pero aguantamos el tipo y volvimos, otra vez, caminito de San Fernando (algunos un rato en silla y otro caminando)

 

            A las 4 de la tarde llegamos a la residencia, y entonces sí, llovió como si fuera una tarde de mayo con frio y tronando en Cantabria.

 

            Queremos volver a agradecer, una vez más, al Ayuntamiento Valdáliga por facilitarnos la posibilidad de participar en la vida del pueblo, al personal de la residencia que siempre, siempre, hace posible que podamos pasar estos ratos (y si nos queremos poner otro collar nos lo van a buscar y nos lo ponen) y a todos los vecinos y amigos que se acercaron a saludar y darnos un beso.

 

 

Pd. Nos vinimos para casa con un jamón

 

¡¡Qué el ritmo no pare!!





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