LAS PANDERETAS DE ROSA MARTÍNEZ RESUENAN EN LA RESIDENCIA VALDÁLIGA
El jueves 30 de mayo se adelantó la hora de la merienda. A las 5 de la tarde nuestra casa volvió a llenarse de camisas blancas y pañuelos rojos; esta vez la magia vino acompañada de un montón de panderetas y de canciones montañesas de esas que nos encantan, nos ponen la piel de gallina y nos emocionan hasta la lágrima.
Traían repertorio preparado para media hora, pero después de una hora desde el inicio nos decían: “¿Cómo vamos a parar viendo esas caritas?”. Asique cantaban y cantaban, y nosotros aplaudíamos y aplaudíamos, y algunas pedían pañuelos de papel y otras, directamente usaban la manga, pero aquello fue un no parar de emociones a flor de piel.
Y las sorpresas no paraban, y de repente empezaron a bailar, una jota, la raspa, el pericote… ¡¡sabían hacer de todo!!
Cuando terminaron (después de muchos vises), y mientras hablábamos de cuanto nos había gustado la actuación, volvieron a salir todas para acompañar a una de las más pequeñas que, esta vez en solitario, cantó tres canciones que sonaron como la gloria en la que estábamos.
No sabemos mucho de palancas, pero hay una cosa que tenemos clara: dadnos una pandereta y cambiaremos el mundo de mucha gente durante un rato.
Muchas gracias a las dos Rosas, a Saray, a Martina y a Fernando por facilitar este rato, a todas las demás por venir y hacernos tan felices, y a las que no pudieron estar gracias también, por mantener tradiciones y acompañarnos en nuestros recuerdos de juventud.
¡¡Estamos deseando volver a escucharos tan cerca!!
Me alegro mucho, de esa gente,que viven para hacer felices a los demás 🤗💕
ResponderEliminarMuchas gracias por la iniciativa... Esas actividades a los abuelos les da la vida, 😃,😘
ResponderEliminarGracias a vosotras y a las pandereteras y panderetero por acoger la idea y hacernos disfrutar tanto de esa tarde con nuestros mayores. La mayor recompensa es verlos disfrutar. Gran trabajo!!!
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