Los talleres de cocina vuelven a
la residencia Valdáliga
Hace
una semana retomamos los talleres de cocina y todavía resuena entre las paredes
de la residencia lo ricos que estaban aquellos bizcochos. Y si, estaban muy
buenos y además no faltaron los ingredientes principales, porque además de
llevar harina, yogur, azúcar, levadura, limón y aceite, el nuestro también
llevaba mucho amor (sobre todo amor), ilusión, ganas y mucha sabiduría.
Compartimos
trucos y secretos para que quedaran más esponjosos, para que no se quedaran
crudos por el centro y se quemaran por fuera (¡qué gran invento el papel
albal!), debatimos sobre si era mejor batir a mano o con batidora eléctrica, si
era necesario tamizar la harina… ¡fue tan enriquecedor!
Cuando
los metimos en el horno sabíamos que iban a estar muy buenos, pero el olor que
recorría toda la residencia era una cosa fuera de lo normal, estamos seguras de
que, hasta los vecinos, pensaron que habían abierto un negocio de bizcochos en
el pueblo.
Estamos
recogiendo nuevas ideas para los próximos talleres, y queremos colaboraciones
estelares, asique mejor que todo el mundo esté muy atento, os seguiremos
informando.
Pd. No tenemos foto del resultado ¡por que los bizcochos volaron!
Una buena pinta tienen!!! Así que seguro que mejor sabían!!
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